..........A dos horas de Santiago, en la sexta región del libertador general Bernardo O'Higgins, existe una condensación urbana en medio de una aun mayor condensación rural que, por el bajo perfil de la ruralidad ante los ojos del no rural, pasa casi desapercibida; no obstante se trata de una población campesina lo suficientemente cuantiosa para justificar la existencia de pequeñas urbes ubicadas neurálgicamente (y a pocos kilómetros una de otra) entre el mercado frutícola, agrícola y vinícola más grande de Chile.
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..........Pequeños comerciantes "mayoristas" de todo el país viajan como moscas en búsqueda de productos que posterior a su transacción serán trasladados por vía férrea a distintos puntos de norte a sur, donde esperan "minoristas" y el usuario consumidor.
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..........Don Carlos Basualto apostó al negocio del maní; lo compra, tuesta y vende. Su última inversión constó de un vagón ferroviario completo cargado con trescientos cincuenta kilos de maní, repartido en sacos de 40 kilos en promedio.
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..........No era primera vez que Don Carlos Visitaba la zona; tomó la ruta hacia San Vicente de Tagua Tagua y luego el Ramal las Cabras, vía de comercio y confluencia de productores y compradores.
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..........Un saco de maní no puede pesar menos de treinta kilos, si es así se trata de "maníes vanos", llenos de aire o de pequeños granos -suerte de atrofia reseca- que no será útil ni como semilla. De cuarenta kilos para arriba se hacen negocios.
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..........El destino final del convoy propiedad de Don Carlos es Tomé, ciudad natal del comerciante. Allí el producto será tostado por él mismo en bandejas de lata colocadas en hornos de barro que funcionan con leña y desperdicios orgánicos combustibles. Una vez tostado se vende al kilo, para luego ser, casi en su totalidad, revendido por pequeños comerciantes ambulantes que recorren las calles y playas tomecinas.
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..........Queda por decir que el negocio fue un éxito. Los trescientos cincuenta kilos de maní se vendieron como pan caliente, y la ganancia sirvió, entre otras cosas, para repetir el negocio la temporada siguiente.
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..........Hoy día el maní es industria, y para Don Carlos pasado; se preocupación actual es permanecer estable luego de cumplirse un año de haber sido intervenido quirúrgicamente para extirpársele el riñón derecho; su gratitud actual es por haber recibido una muleta nueva en el centro de salud; y su melancólica y pasajera alegría, expresada en una sonrisa brillante, es retroceder cincuenta años en el tiempo para reencontrarse con los trescientos cincuenta kilos de maní cargados en la quizá extinta Estación Rinconada.
