Thursday, May 27, 2010

noche de ronda

Wednesday, May 26, 2010

emprender viaje

¡Qué mejor que emprender viaje!
¡Qué mejor que un vino blanco!

Llegando todo se arruina
Y es entonces necesario emprender viaje otra vez
Zarpar
Despegar
Darle la primera vuelta al pedal
Cerrar los ojos en una butaca

Abrirlos y aún estar de viaje
Leer un poco
Escribir un rato
Atender al televisor del bus
Atender a los movimientos de la compañera de asiento
Que no te hable
Que sí te hable

Hablarle
No hablarle
.
Emprender viaje
No dejar de emprenderlo jamás
Podría terminar si no hubiera comenzado
Los dados están echados
Las vacas están echadas
Viajando en silencio
Entre dados y vacas que parecen dados
No me preocupo y me río de los peces de colores
¡Que lindo que lindo!
Me subo por un peral
Y me bajo por un guindo.
.
Pero esto no termina así
Hace mucho tiempo que almorcé
Junto a esa señorita del poto largo
.
Mi nombre es John Long
Soy actor porno
Y me encanta viajar
.
Mi nombre es Perico de los Palotes
Soy repartidor de gas
Me cargan los homosexuales
Y me encanta viajar
.
Mi nombre es Desiderio Longotoma
Soy futbolista de la liga amateur más competitiva de Chile
Me encanta viajar y comer todo el viaje
.
Mi nombre me lo reservo
Me gustan los viajes místicos
Soy del sur
.
Soy Amparo Larrajiverde del Campo
Me gusta viajar
.

.
Soy Melinda Biendado
También me gusta
.
Soy Melinda Obizpo
Viajo siempre que puedo
Me encanta
.
Mi nombre es Pony Segundo Labrador Kreutzberger
No tengo nada que ver con Don Francisco
Soy evangélico convertido
Y me encanta viajar en convertible
Con convertidor catalítico, por supuesto.
.
Yo viajo a Caballo
Me llamo Juan
.
Seguro nunca han montado una avestruz
Soy Pedro
Viajo siempre
.
Poco he viajado
Pero me gusta
El fin de semana voy a Talca
Me llamo Carmen Sobarzo Sobarse.

una flor para otra flor

UNA FLOR...




...PARA OTRA FLOR



perfecto

Una mujer voraz
Simpática sin igual
La novia de mi amigo
Lo despierta cada mañana
Desayunándose su pene
Bajo las sábanas
Para empezar bien el día
Luego le lee un poema
Luego le dice lo que siente
Luego lo que piensa sobre lo que siente
Comen juntos y no se vuelven a ver hasta la noche

O hasta el otro día
O hasta la semana siguiente
Amándose profundamente
Cada uno en su feliz abandono

fantasía interoceptiva al quitar una barba sublabial desde la raíz

Solo
Una casa no muy grande
En ningun caso pequeña
(Las casas pequeñas son tediosas en invierno)
Con una buena porción de patio
Tres o cuatro dormitorios con ventanas apuntando a las -por lo menos- cuatro direcciones que permiten las casas
Utilizar la soledad de la casa de manera distinta cada día
Dormir en cualquiera de las camas
Por cuestiones circunstanciales cada noche
Porque una estrella, porque el sueño, porque el mar, porque un pájaro, porque un gato, porque el vino
Porque sí
Una casa muy bien malutilizada
Con aspecto de viaje permanente
Muy querida a veces, ignorada otras
La mezcla perfecta entre un perro fiel, una mujer, un buen amigo y muchas malas ideas bienutilizadas.
Una casa perfectamente abandonada por mi también abandonándome en ella.

Monday, May 24, 2010

para confirmar que soy

Soy lento, muy lento
Pero soy, soy mucho
.
He visto, veo
Permanentemente
A muchos incapaces de ser
Siendo a flashes
Siendo a penas
Siendo a veces
Siendo poco
Siendo nada sería fantasía
.
Ser es sentir
Quien ha dejado de sentir por completo
Dése por entendido de lo que ocurre consigo
Ha dejado de ser
Está muerto
Y si está vivo
Está mintiendo
Porque dice no sentir nada
Pero así mismo siente la vida
Y eso no es de muertos
Vivan los vivos
Mueran los muertos.
.

Wednesday, May 19, 2010

crush (on)

Crush (on), es el primer libro (novela a mi entender) de una buena amiga, cuya identidad no debo revelar, aunque quiero hacerlo.
A continuación os presento -como primicia- el prólogo de Crush (on), redactado igualmente por su autora, a quien desde ya deseo éxito, y por supuesto también envío un saludo.
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Las diferentes historias presentes en este libro, nacen casi sin querer ser notadas. Se esconden entre los recuerdos de adolescencia de los miles de personajes que llevamos dentro y un sueño que quiso ser olvidado en el primer bostezo matutino.
La autora de este libro ha preferido quedar en el anonimato y relatar los sucesos, a veces de forma un poco ficticia y otras veces plasmando la más cruda verdad. Todo con un único objetivo, quizás un poco pretencioso; Dar esperanza. Mirar el camino con un matiz más claro y al menos con un mínimo gramo de disposición.
DISPOSICIÓN, es la gran palabra que busca quedar plasmada en cada línea de este libro que ha costado tanto llevar a cabo.

Al momento en que estas historias empezaron a intuir en lo que se convertirían más tarde, al unísono dijeron: “No, gracias, no se moleste”. El verse a sí mismas escritas en un papel sería algo terriblemente incómodo para ellas, desgastante, abrumador e incluso humillante. Pero fui insistente. Insistí e insistí hasta que al fin las convencí. Traté poco a poco de sacarles el miedo a ser descubiertas, hasta que finalmente lograron mostrarse. Digo lograron, porque no fue mérito mío, sino que de ellas mismas.
Al principio fueron apareciendo muy tímidamente. Detrás de las puertas. Entre la niebla y el frío de la noche. En ese instante del sueño en que no se sabe qué es realidad y qué no lo es. Luego, como en un danzar de cisnes sobre el agua clara; Suave, melodiosa, sofisticada. A veces molesta, trágica, disociada entre sombras y reflejos, disimulando y maquillando su color en tonos más destellantes. Pero al final siempre terminaba por descubrir su verdadera naturaleza. Acababa por entender lo que querían entregarme. Sí, la verdad duele (dicen), pero al fin y al cabo siempre es mejor que una mentira disfrazada de verdad.

Magdalena, Elisa, Ángela y Sara son amigas mías, muy buenas amigas mías, que dormían en mi memoria apaciblemente pero siempre haciéndose notar. Sí, dormían, pero había días en que podía sentir sus pataditas, como un niño que aún no nace y que se manifiesta desde el vientre de su madre. Dormían sin que nadie las molestara, sin que yo siquiera me atreviera a darles a veces un remezón que las dejara aturdidas, hasta producirle ganas de no querer entrar más dentro de mi, aunque sabía en el fondo, que ahí estaban, esperando, silenciosas, desde el otro rincón del mundo, del inconsciente, ese espacio paralelo que tardamos tanto en darle la bienvenida. Desde ahí descansaban y se retorcían dentro de un sueño del que fueron poco a poco despertando.
No se mostraron todas al mismo tiempo. Mi primo y yo conversábamos sentados en la terraza de su casa en una calurosa noche copiapina. Con un cigarro en la mano, le dábamos la vuelta a la vuelta, decididos a encontrar alguna historia apasionante que mereciera ser contada en un concurso de guión cinematográfico que se realizaría en Valparaíso en el 2006.
Él me hablaba de extraterrestres y personajes que tenían una información secreta que nadie podría saber para evitar así, el fin de la humanidad. Yo lo escuchaba y miraba el agua clara de la piscina mientras prendía otro y otro cigarro para ver si en una de esas se me prendía el cerebro.
A la mañana siguiente, cuando todas las historias parecían agotadas, ordinarias, y cuentos que solo conducían a lugares comunes y repetidos, tropecé con la primera.

Su nombre era Elisa, me pidió que no la dejara sola aunque terminara el taller. Era necesario y absolutamente preciso, darle la importancia que merecía. No podía ella, un ser aparecido desde las más profundas aguas de mi memoria, presentarse de manera tan teatral, para luego dejarla tirada como si nada. La tomé entre mis brazos. La miré. La quise.
La segunda, vino un día en que conversaba con la primera. Elisa me hablaba y repetía una y otra vez acerca de cómo quería que contara su historia. Yo ya casi no la escuchaba. Me hacia la tonta y tarareaba una canción desconocida hasta para mi. Uno de esos cánticos que uno inventa cuando ya no quiere escuchar argumentos de nadie. Todo con el objetivo de que terminara por aburrirse, que se callara y me dejara tranquila por un rato. Me daba vueltas y vueltas su vocecita en la cabeza cuando Ángela irrumpió avasalladoramente dentro de mi cuarto de nueve paredes, pintadas hasta ese entonces de un blanco que encandilaba.
Ahí se quedó Ángela, sentada en un rincón mirándome irónica y despectiva, como queriendo llamar mi atención. Intenté ser indiferente, pero no se fue jamás.
Al principio no me gustó su forma de llegar. Demasiado dramática y exigente. Peleando por un espacio que aún no le pertenecía. Demandando tiempo y atención. Interponiéndose entre diálogos que solo eran míos y de alguien más. Con el tiempo me fui acostumbrando a su compañía extraña. Era como si un fantasma revoloteara; hacía todo tipo de cosas por espantarlo pero, cuando casi lo lograba, se escapaba. Finalmente terminé queriéndola de igual manera que a Elisa.
La tercera apareció poco tiempo después. Sara era la más fuerte de todas. Poseedora de un carácter con el que me era realmente difícil lidiar, quizás por el gran parecido conmigo. Debo confesar que en un principio me costó mucho lograr una comunicación real, como si en ésta oportunidad fuera yo el fantasma que se escabullía para no ser encontrada. Reconozco que fue inteligente y preocupada de no herir mis sentimientos. Cuidadosa de no ir más allá de lo que yo le permití. Luego, en un acto de deliberada despreocupación, dejé que hablara por sí sola, dándole un matiz único entre todo el ruido a nuestro alrededor.

Y la cuarta... bueno, Magdalena siempre estuvo ahí. Hablando por mi cuando yo no podía hacerlo. Cuando no quería hacerlo (no quise desde un principio) cuando no me quedaban fuerzas, ni ganas suficientes para seguir escudriñando ni pensando. Ni tratando de que no me importara.
Ha sido ella, Magdalena Soler, quien ha tomado el mando de mi voz para presentarse como la autora “virtual” de este libro.
La verdad es que no sé si habré dejado alguna fuera de mi cuarto. Siempre hay quienes esperan por ser descubiertos. De hecho en el momento en que escribo estas líneas, aún me pregunto si quedará alguna que no ha sido detectada.

En estas páginas no está solo mi voz. Existe una voz prestada. Es la voz de una tercera persona. Es la voz de Magdalena, quien habla a través de mí. La única capaz de separar su propia consciencia y pensamiento del mío. Es la voz de la persona que nos acompañara hasta el final de este cuento. Es ella quien narra las historias de Elisa, Ángela y Sara, que es a la vez su propia voz, la mía y la de muchas mujeres que son ustedes. Mujeres valientes que dudan, ríen, gritan, aman, lloran, tiemblan, gozan… viven. Esto es para ustedes.

delicatessen

Al zorro no le gusta la carne de pulpo
Y a la vaca tampoco
Al pudú no le gusta la coliflor
Al sapo tampoco
Al cóndor no le gusta el tomate
Al pejerrey tampoco
Al zorro no le gusta la vaca
A la vaca tampoco
Al pudú no le gusta el sapo
Al sapo tampoco
Al cóndor no le gusta el pejerrey
Al pejerrey tampoco
A la coliflor no le gusta el tomate
Y al tomate tampoco
Porque el zorro, la vaca, el pudú
El sapo, el cóndor, el pejerrey
La coliflor y el tomate
Son muy regodiones
.
.
.
.
.
.
.
.
.
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El pulpo no.
.
.
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Tuesday, May 18, 2010

preocupante

Nada más que preocupante
Tú hermética
Ella hermenéutica
Pero a ella no la conozco
Aquella ni más ni menos
.
La mujer conocida
La mujer desconocida
Y la mujer que no importa
Porque solo exporta
.
Tu olor preocupante
Tus besos preocupantes
Nutritiva con disimulo
Intensa con miedo agudo
.
Antigua y oportuna
Tu dietético cariño
Esos besos de prólogo
Y esas caricias epigráficas
Te hacen más permeable que dura
.
Aunque misteriosa y oscilante
Aunque precisa y perfumada
No siempre es hora del té
Ni implacable tu silencio
Que habito como un pájaro el bosque
.
Ya verás tu niebla inervada de trinos
Ya verás fisurado tu silencio
Lo verás sonrriendo.

Wednesday, May 12, 2010

tenías razón

se hizo tarde

desrealización romántica

24 de octubre de 2008

Acaso no es un desierto el papel
Y su contenido letras que se abandonan.
Transita mi vista sobre el escritorio
Y un silencio que inunda me ensordece.
Acaso no es desolación un poema escrito
Una columna vertebral en desuso
Sobre el escritorio en una hoja inútil
Un camino blanco al borde de un abismo blanco.
La inmensidad incómoda de ser
Y de sentir a la distancia
Hace inconmensurable y árido el espacio.
La realidad es un conjunto pálido y lejano
Una nebulosa en constante fagocitosis
Que parece lejos en su agresión invisible.
Nosotros mismos nos alejamos
De nosotros y de los otros
Levitando en lo alto de la nada
Con el horizonte vacío
A la espera de una caída ya iniciada
Sin tocar fondo ni substancia alguna.
Caer como un cúmulo descuidado
Y desorganizado de emociones.
Cada individuo como un poema
Cada poema como un individuo
Que desaparece al dar vuelta la página
Un puñado de letras sufridas
Desleales, traicioneras del lenguaje
Relegadas por su transparencia vascular
Sin pasado y sin futuro
Solo presente inextinguible.
La relación es simbiótica
La analogía irrefutable
El sentido de este abandono en verso
Es el sentido de ser en la vida
La profunda desesperación existencial y solapada
Fuente madre de intensas angustias
De no saber en qué punto del infinito estoy respirando
Asiéndose el espíritu sólo de sí mismo
Unidad hermética y absolutamente permeable
Hetero-etéreo instinto de hondura
Vaguedad y sentido máximo de la emoción
Donde cuadra lo descomunal y el detalle
Tan claro y apreciable de tocar tu mano
Sentir la tierra y la luz solar
Confundido sin saber de qué se trata
Mi propia ingenuidad y deseo de amar
No menos irracional que desenfrenado.

¿alguien podría decirme qué pasaría si todo...?

Qué pasaría si..
Qué pasaría si...
Qué pasaría si...
.
Qué pasaría si esto?
Qué pasaría si esto otro?.
Que pasaría si 2+2?
Qué pasaría si 1+1?
.
Qué pasaría si qué pasaría si..¿?
¿Qué pasaría?.

Monday, May 03, 2010