Thursday, November 21, 2013

Del regazo al rezago

Y de la cuna a la cuneta. 
El juego de la quizá no tan azarosa coincidencia lingüística continúa cuando prefiero llamar guaguabundo a este vagabundo.
Cualquier esbozo de creatividad escrita no alcanza para abordar la potencia y potencialidad sensible de esta imagen que condensa tan bien el sinsentido de la vida, o de algunas vidas como la de este hombre.
Él, se sintió tan protegido en las primeras etapas de su vida, que hoy puede sentirse protegido en cualquier parte. Si tras leer esto te parece sensato o razonable, debo señalar que es una ironía.

Él, se sintió tan desprotegido desde la primera etapa de su vida, que simplemente se acostumbró a la desprotección, y, probablemente, de perderla la extrañaría. Como el perro vago que es recogido tardíamente y abandona al amo para regresar a la calle.
Mi problema de sensibilidad fluctuante entre el ser humano corriente y psicópata, no me ha permitido en esta oportunidad sentir alguna forma de pena o compasión, pero la imagen concilia de manera tan evidente el sentido de la estética con su significación emocional (forma y contenido), que no pude contenerme de hacer comentarios al respecto y guardarlos acá en el blog para la incierta posteridad.


De un anillo iluminado a la cuna
Que no es cuna pero debo imaginar
Alguna forma propia de arrullarse
Cuando tienes una vida que dejar
Distancia disipada por el hambre
Soledad por la esperanza de algo más
De no haber voluntad habrá locura
De no haber locura un perro al que cuidar.

Friday, November 15, 2013

ser al fin

Convierto un lugar ajeno en propio
Me paso toda la vida conociéndolo
Dominándolo
Y entonces llega el momento en que puedo volver a mí
Sintiendo que soy en aquél espacio que habité.

Thursday, November 07, 2013

Abuelo Álamo

Un álamo en verano tiene algo
Sus hojas aplaudiendo con el viento
Alentando la carrera del río
Cual racimo de volantines verdes
Anclados a su mástil madre-padre
Hasta convertirse en ropa del viento


Vaporizador

Mi abuelo se evaporó en el año dos mil seis
No se cuándo iré a evaporarme yo
Mi madre aún no se disipa físicamente
Está muy viva aunque también un poco muerta
Cuando la familia ascendente muere comienza la vida
Y se condensan antiguas vaporizaciones
Nos vemos todos en el pasado.


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