cobquecura te sigo oyendo

Sin duda ha sido ensordecedor
tener los oídos tapados con agua
pero no se trató de cualquier agua
traje conmigo hasta Santiago
aguas del Océano Pacífico
aguas sin igual en carácter
a tal punto que volver a oír
trajo consigo un dejo de nostalgia

ya sin estar en Cobquecura
esos milímetros apenas perceptibles
de agua que fluyó desde mis oídos
fueron mi último lazo concreto
con esa playa sobrecogedora
de aspecto y carácter austral
de rudeza volcánica
de imponencia prehistórica

me intimida y seduce
como un colectivo de prostitutas
africanas todas
corriendo en manada hacia mí

Dios vive al fondo de esas aguas
en la iglesia de piedra nació Jesús
Satanás evacuó el lugar
la furia de la bondad pudo más

Moriría ahogado en esas olas
sería una muerte bien merecida
nada habría de justificarme
porque esas frías aguas impredecibles
son no aptas para el baño
y todo el mundo lo sabe
porque hay letreritos
que también botó el mar
en oposición a todo
incluso a sí mismo

Yo soy Cobquecura
de eso no me cabe duda
y aunque otros mares fui y seré
una pasión profunda y un poco abandonada
me liga con esa bella desolación
la de estar solo y a distancia
en cualquier punto del planeta
rodeado de infinito
infinitamente
hasta el fin