con el pico en la viruta

Un pequeño pajarillo moribundo
De respiración estertórea se posa en mi jardín
Quizá fue atacado por un gato espartano
Y librose a duras penas de sus garras filosas
Pajarillo pulguiento y húmedo
Gorrión semidespellejado
Chincol semidesplumado
Regálame tus alas antes de morir
Conviérteme en un ángel aunque me heredes también tus piojillos aviares
Permíteme viajar con tus plumas atorrantes cual gallina de feria libre
Que aletea atada de patas con el pico en la viruta impregnada de la caca de sus compañeras
Gallinas igualmente privadas de libertad y cacareando sin parar

Verdaderas cazuelas musicales
.
¡Oh valiente gorrión!
Habría de compararte con Manuel Rodríguez
Si no fuese porque solo eres un gorrión
Porque Manuel Rodríguez era un pavo irreal
.
Tu agonía me instala en profunda reflexión
Evocas la fragilidad de mi pequeña hija
Evocas la higuera de grata sombra en Coelemu
Y la sensación de infinito verano que perfora el recuerdo
Con la trascendentalidad que otorga este viaje sensitivo
Devolviéndome la capacidad de saborear el aire
Como si respirara por primera vez
.
Me vuelvo niño en cada visita al pasado
No me resisto al vicio heredado de hacerlo
La memoria es una galería sobrecargada de imágenes
Que la adornan elegantemente
.
Si te animas te invito al salón de mi memoria
La exposición es sobrecogedora
El recorrido infinito como mi nostalgia
Y la ruta imprecisa como quiero.