Wednesday, August 16, 2006

Trato y retrato

La fotografía es en el sur, precisamente en el campo de un jabalí amigo que migró desde Argentina y que finalmente terminó por radicarse en Chile, luego de enamorarse del sector que parcialmente se aprecia en la foto.

No se imaginan el aroma de este lugar, es muy especial, difícilmente descriptible; haciendo un esfuerzo me atrevería a decir que huele a una mezcla muy homogénea de madera, humedad, tierra, peces, piedras, flores, hierba, metal, barro, frutas, pájaros, ceniza, jabones, dulce, salado, blando con duro y en general flora y fauna.
El árbol de la derecha, despeinado, inquieto, en posición algo incómoda, con los brazos abiertos y haciendo algunas vociferaciones, soy yo. El de la izquierda, tratando de rehuirme, es un infeliz del que ya ni su nombre recuerdo.
El perro que se ve al fondo, con las orejas paradas y dando la espalda, (en la parte media-inferior-lateral derecha) se llama Roberto, tiene 37 años, llegó de Alemania hace 4. Nunca ha salido del lugar.
Para mí ha sido un agrado que el destino me permitiera echar raíces en esta zona. José Miguel Brisas Ventolera arrastró mi semilla hasta acá en la primera mitad de los años noventa, dejándola caer generosamente a muy pocos metros del cause del río y con una privilegiada vista a la cordillera nevada en invierno y verde el resto del año.
Tengo ramas en el río, en el lago, en el mar y en la playa; he recorrido bastante si se considera que aún no cumplo 18 anillos.

1 comment:

cumbiera intelectual said...

ahora lo lei, q tierno el arbolito jijiji, con sus tiernos 18 anillos, yo voi pa los 22.......
te llevare unos discos mañana pa q me grabes las cosas (x fin jajaja)