Monday, November 05, 2007

El Perdido

..........Era el comienzo del ocaso de un día cualquiera en primavera. Árboles estáticos conformaban el horizonte iluminado a contraluz por arreboles que se apagaban de rojo a gris. Arrebol es a cirrus como fuego es a cenizas, pensaba el perdido que en este cuadro caminaba para evitar la fatiga que le producía el seguir pensando en lo emposada que está su vida, ya ni con tanta pena, ni con tanta rabia, sino con toda la resignación que por conveniencia ha sido capaz de desarrollar.

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..........El viento es suave y agradable, la gente que se desplaza por el lugar parece conforme con su vida, algunos incluso satisfechos, pero el perdido carece de algo, de novedades quizá, de poder llegar a casa y contar algo no sabido e interesante a la vez, que no sean simples anécdotas livianas contadas a vuelo de pájaro.

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..........La existencia se empobrece sin amigos, el perdido lo sabe muy bien, lo ha reflexionado hasta el delirio mismo por exceso de tiempo muerto.

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..........Hoy escuchó a lo lejos algo que en el momento le pareció una voz exclamando su nombre. Se dio vuelta pero no vio a nadie en actitud de llamado. Aún con el corazón encendido, pero tendiente a la resignación luego de no encontrar lo imaginado, la exclamación se repitió idéntica, y entonces el perdido penosamente descubrió su origen. Se trataba de una gaviota confundida en el cielo, que anhelaba reencontrarse con los suyos, pero que por alguna razón incomprensible volaba en dirección contraria a la del mar. Gaviota tonta -pensó el perdido en voz alta mientras intentaba apagar su llanto instalando una sonrisa forastera en su rostro rechazante.

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1 comment:

Gonzalo Cárdenas Loguercio said...

Bella y en colores pero a veces algo amarga. Lo importante es encontrarle el gsuto a lo amargo.