Monday, March 03, 2008

El que no se arriesga

Prefiero los libros tirados, dispersos, sobre la mesa o la cama, que hechos un montoncito uno sobre otro. Esto pues, lo segundo, desfragmenta mucho la lectura, sugiriendo orden a partir de una priorización inconsciente, o azarosa, que disgusta.
Ayer, mientras preparaba un asado, me ví hundiéndome de a poco en el suelo cubierto de césped, intentándo de inmediato configurar una imagen poética de aquella ensoñación. No pude ir mucho más allá de la sensación de ser fagocitado por la superficie en que me mantenía de pie, cuando de inmediato entendí que no poseer en el momento un lápiz y papel resultaba catastrófico.
Ahora pienso que lo de ayer fue una señal; hoy estoy en cama con un estado febril leve que me ha acompañado durante todo el día y la incipiente noche. Pensé en un comienzo que toda esta imaginería era menos real que mi disgusto al evidenciar la influencia que el orden de agrupación de los libros hacía sobre mi lectura, pero luego fui capaz de comprender que ambas cosas eran muy reales, no quiero decir ciertas; aunque uso esa palabra (cierto, cierta, certeza), desde que he dado cuenta de su valor intransigente he comprendido que, en lo posible, debo eliminarla de mi vocabulario; aunque, ¡para qué engañarme!, no hay palabra que trance. Sin duda, esto concuerda con mi preferencia por los libros dispersos.
Mi delirio: Crear un sistema eléctrico de rejillas incandescentes que abarque la superficie de todo el océano que cubre nuestro planeta, hacerlo hervir, y repartir sopa de pescado a los niños con hambruna.


De la noche a la mañana


























I

Un pájaro de mal agüero anida en mi pecho
Invitándome a establecer conexión con seres distantes
Distintos, distantes, disto de aceptarlo
Y la imagen del desierto invade mis oídos
Un cuaderno me invita a escribirse
Con profunda pena acepto la invitación
La del cuaderno no la del ave
Y vuela distante, tras un cañón se pierde
Me persigue su árida sombra de ahí en adelante
El papel de las lágrimas en el papel me debilita
Duelo a muerte contra alguien que me lleva volando
No soy yo
Fue ese pájaro
Liberó su sombra
Se quedó en mí
Me lleva consigo
Soy su sombra en el aire
Soy la aridez del desierto infame
Soy el engaño que me engañó a la distancia entre mi pecho y el sol
Distraído pululando entre la arena y la esperma del sol me encorvo y no me rindo por puro masoquismo
Infalibles las balas negras-invisibles desgarrantes del miedo
Descuecen en mi espalda
Impactan en mi cuello
Justo ahí, en el espacio más débil y elegante entre el cuerpo y la enajenación.


II

Errante caballero –patético- desplegando su pena por valles y desiertos
Oscilante caballero de los cielos por el suelo espeso a paso pesado
Va arrastrando consigo paisajes y esteros
La brisa del valle anochecido va lavando el alma ensangrentada
Pero el recuerdo infaltable de punta gruesa hace cóncavo el cráneo
Lo que espera mañana en la mañana será otro día quizá funerario
Será otro día quizá adolescente quizá veterano
Quizá será solo un avión que pase sobre el valle a la velocidad del sonido y se acabe.


III

La miel del sol.


IV

Me levanto de mis lamentos, desde mis lamentos me levanto
Destapo una mirada enfrascada que sigue fresca a pesar del tiempo mal tiempo
Desato los nudos de mis rodillas
Me pierdo en los aromas del cuerpo
El alma aletea con blancura soltando sus plumas colonizadoras kamikazes
Soltando golondrinas desde el corazón de la caverna color gris hermetismo
Encapsulada bajo el mar enrarecido y molesto
Cual fiera despojada de su lecho.

V

Que el recuerdo vertiente no enturbie ni ampolle el cause magistral
del agua-lava-viento antepasado
Que corra entre montículos de grises piedras estériles y toscas
Blandas e inflexibles
Recubriendo baldías superficies
Que moje y erosione hasta el tuétano
A esa substancia resecada por el no paso del tiempo.









El Cielo


























I

Revelado el celeste del cielo
al medio día baja desde el infinito y enmarca mi ventana
Es el aire plasmático y denso al acecho de cualquier espacio
Es el aire con levadura que crece en todas direcciones
haciendo tiritar a los árboles que se injertan poco a poco,
ascendentemente en su jalea indivisible,
la que invade el todo y la nada donde se acogen nuestros cuerpos
y en donde se empantanan las miradas mermeladas de vagos y doncellas.

II

Ahí está el aire, se ampara en el océano-esponja marina
haciendo un mosaico de azul degradado
Enmoldados junto a peces y nubes en la fuente viscosa de la vida se confunden los hombres suponiendo unidades.
Misterio y amor son lo mismo, son lo nunca dicho, son el transalimento inabarcable que producen tus pulmones, tus hojas y tus tallos.
Soy un puñado de emociones arrojado a la vida.





















Desapasionado


























I

Por desapasionarme incluso del ocio Dios me ha castigado
Me ha condenado a inconsciencia perpetua
A paranoia insoluble
A pensamiento perenne
A letargo postrador
A nudo en el pecho y a hierro en la sangre
Sin embargo ya no odio
Con embargo ya no amo
Sin embargo sigo sano
Con embargo demasiado

II

Voy a desnudarte
A desembargarte
A desembocarte
A sinembargarte
Para que vuelvas a creer en ti
Para que vuelvas a creer en mí sin razón alguna
Y claves en mí tus puñales de flores
Consintiendo mi duelo interior
Sin comprender es mejor.

















Silencio


























I

Quiero reposar el silencio sin voz que siempre escapa
Decantar el silencio de la noche en mi balcón helado
La noche mantarraya galáctica que se posa en mi planeta
La noche madre del silencio escurridizo
Del silencio que habita en una dimensión paralela esquiva a la nuestra
y que de cuando en cuando abre impensados portales
en un beso
en una contemplación
e incluso en el peor de los bullicios

II

El despertar del silencio es esencial
tal como el despertar del amor
Es extraño tal vez, no sé
como el despertar del odio y el ocaso de la felicidad

III

¡Oh silencio hijo errante de la noche!
¡Subliminal!
¡Canto de la naturaleza!
Abre un portal perenne en mi dormitorio
o en la palma de mis manos
o en mis párpados cerrados.














Trenes de tren


























Líneas de palabras
como el tiempo y con él avanzan
Como en un viaje exploratorio
se hacen paso las letras encadenándose
En dirección izquierda derecha
En dirección pasado presente futuro
En dirección futuro presente pasado
En dirección presente presente
y en dirección pasado pasado

Tren de palabras y de ausencias
Recorres tus propios vagones
Contorneando hermosos cuerpos y cordilleras
Pesares y alegrías recorres
Habitando y deshabitando
Ayudando a ser a los seres
que gracias a ti viajamos
poseyendo y despojándonos
-constante sufrimiento-
Gracias a ti tren de impresiones y pasiones
Tren de carne de hueso y de nada
Tren de nosotros que somos trenes
ilusorios dibujando al mundo
que descubrimos y que ya fue descubierto
en la historia que se revela como una flor
o como una mariposa que ya desovó

Tren
Huevo de tren
Tus vagones son locura
Tren que nace es un tren muerto
y un huevo


Tren determinado y determinante
Tren eterno
Me llevas pero no me dejas
Te alejas pero no me dejas
Tren penitenciario perpetuo
Eres mi cárcel y mi libertad
Eres todas las puertas y todas las llaves
que aparecen frente a mí y en mis manos
respectivamente
sucesivamente
persistentemente
infinitamente prolongándose en mi mente
que trasciende en tus rieles históricos
En la historia que es la muerte.



























Ojos y mar


























Ojos cafés ventana a la tierra
Ojos verdes ventana al bosque austral
Ojos celestes ventana al cielo
Ojos cerrados ventana al mar
ventana al deseo calmo que enfría al miedo
convertido en mis pasiones nos poseemos
Escuece lo sórdido de tu sal mía,
montón de jugo azul lanzado al planeta
Meteoro de agua indestructible
Lágrima madre
Agua nodriza.

1 comment:

Gonzalo Cárdenas Loguercio said...

La poesía no muere cuando muere el poeta. Compañero no te rindan en la lucha de sensibilizar al mundo a través de la magia de las palabras. Que el delirio siga corriendo por tus venas y sepas plasmarlo en lineas con significado que solo algunos sepan o puedan valorar. La magía no se vende en el mercado de la esquina, la construimos en nuestros mundos emocionales y se comparten a través del papel, virtual en este caso.